Para muchos de nosotros el hogar significa un espacio seguro, un lugar en el que nos sentimos protegidos y cuidados por nuestros seres queridos. Sin embargo, para miles de niñas, niños y adolescentes el “hogar” se traduce en un ambiente de desprotección e indiferencia y, en casos más severos, en un espacio de abuso y maltrato.

Solo el año pasado se atendieron 55 565 casos de violencia psicológica, física, sexual y económica hacia niñas, niños y adolescentes hasta los 17 años en el Perú[1], cifra que podría aumentar exponencialmente durante esta etapa de cuarentena, tal como ya advierten algunos profesionales a nivel nacional e internacional. Esto se podría deber, por un lado, a que permanecer en un ambiente cerrado suele ser un factor psicológico estresante en sí mismo, en especial si se considera que muchas familias peruanas viven en espacios muy reducidos y hacinados. Por otro lado, las desavenencias económicas también suelen ser detonadoras del conflicto intrafamiliar.

En algunas ciudades de China, por ejemplo, el número de casos de violencia doméstica se incrementó hasta tres veces en comparación con las semanas anteriores a la cuarentena.

El colegio como entorno protector

El colegio es la institución clave para que la niña, niño o adolescente se desarrolle tanto a nivel cognitivo como social. Sin embargo, para muchas y muchos es más que eso: es el lugar en el que internalizan valores y la empatía con un otro, aprendizajes básicos de convivencia que, lastimosamente, no siempre reciben en sus hogares. Para muchos la escuela es el lugar en el que encuentran una red de apoyo y amistades que les permiten desarrollarse a nivel socioemocional, sobre todo para aquellos que podrían estar atravesando situaciones de agresividad y violencia en el hogar.

Una de las primeras medidas que se tomó a raíz de la rápida aparición de casos de COVID-19 en el Perú fue la suspensión de actividades escolares, noticia que muchos jóvenes recibieron con entusiasmo. Para otros, sin embargo, significó la permanencia en un ambiente violento, sin las relaciones amicales o con adultos responsables que suelen servir como factor “amortiguador” del estrés en este tipo de circunstancias. Al respecto, algunos expertos advierten que esta situación podría resultar especialmente problemática en familias en las que alguno de los miembros sufre de una condición de alcoholismo o drogadicción.

La responsabilidad de denunciar

Para muchas niñas, niños o adolescentes, las actitudes agresivas pueden llegar a estar normalizadas, lo que dificulta una comprensión de su situación de vulnerabilidad y limita su capacidad para sentirse suficientemente empoderados y denunciar, más aún cuando residen permanentemente con sus agresores.

Por este motivo, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ha asegurado a través de su web que sus canales de servicio seguirán en funcionamiento durante todo este periodo: la Línea 100, el Chat 100, los Centros de Emergencia Mujer (CEM) y el Servicio de Atención Urgente.  Es responsabilidad de cada una y uno de nosotros denunciar a las y los agresores si entendemos que están incurriendo en actos de violencia contra un menor, delitos penalmente sancionables.

Fuentes:

[1] Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables & UNICEF (2019). Cifras de la violencia hacia niños, niñas y adolescente en el Perú. Lima: UNICEF. Recuperado de https://www.unicef.org/peru/sites/unicef.org.peru/files/2019-09/cifras-violencia-ninas-ninos-adolescentes-peru-2019.pdf

https://www.defensoria.gob.pe/cuarentena-exige-reforzar-medidas-ante-posible-aumento-de-violencia-en-espacios-intrafamiliares/

https://www.bbc.com/news/world-asia-51705199

https://larepublica.pe/genero/2020/03/16/aislamiento-social-peru-que-hacer-si-tienes-que-pasar-la-cuarentena-con-tu-agresor-atmp/

https://www.mimp.gob.pe/contigo/contenidos/pncontigo-articulos.php?codigo=36

https://www.dw.com/en/coronavirus-fears-of-domestic-violence-child-abuse-rise/a-52847759

https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/aprueban-reglamento-de-la-ley-n-30403-ley-que-prohibe-el-u-decreto-supremo-n-003-2018-mimp-1657575-1/

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