El viernes 30 de enero se inauguró la feria “Perú Regiones: Sierra Central y Norte”, organizada por Canatur y Promperú, y la ONG Capital Humano y Social Alternativo (CHS Alternativo) que lucha contra la explotación sexual infantil quiso estar presente, a través de su Movimiento Vuela Libre, para entablar mayores lazos con los operadores de turismo y agencias de viaje y concientizar sobre este problema que afecta a nuestro país y a muchos más de la región.

El Movimiento Vuela Libre nace en el Perú como una iniciativa de ICCO, organización holandesa con sede regional en Bolivia que busca promover un movimiento regional latinoamericano contra esta problemática, enfocándose en el ámbito de turismo y viajes y que considera, por lo pronto, a los países de Bolivia, Colombia, Paraguay y Perú.

En nuestro país, es un secreto a voces que muchos turistas extranjeros vengan en plan de hacer «turismo sexual» o producir pornografía infantil, con niños, niñas o adolescentes, lo cual está penado con pena de cárcel de entre 6 y 8 años, sin embargo, y especialmente en Iquitos y Lima, de acuerdo a las estadísticas, poco o nada se hace al respecto, existiendo vacíos legales y ausencia de controles que permiten que se afecte directamente a esta población más vulnerable por ser menores de edad y por las carencias que integran su vida en lo socioeconómico y emocional.

“Hasta el momento son 28 representantes de 24 organizaciones los que suscribieron el acta de constitución del Movimiento Vuela Libre y esperamos que muchas otras instituciones, entre públicas y privadas se sumen a esta cruzada” refiere Escarlet Rodríguez promotora de CHS Alternativo.

Este Movimiento se formó en octubre del 2014 y para el 14 de noviembre de ese año se realizó en Iquitos el Primer Encuentro Binacional entre Perú y Colombia y este año, en febrero, planean reunirse con los miembros firmantes del Movimiento Vuela Libre para planificar las acciones y actividades a realizarse.

Asimismo, buscan difundir The Code: El código de Conducta Internacional que es un documento dirigido a las agencias de viaje y turismo para combatir la explotación sexual de estos niños, niñas y adolescentes, en el ámbito del turismo.

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Fuente: Revista Gana Más

En el marco de la vigésima segunda reunión del HRC, The Special Rapporteur sobre la venta de niños organiza, con el apoyo de las Misiones Permanentes de Australia y Vietnam ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, un evento paralelo sobre «La cooperación transnacional y la responsabilidad social de las empresas: facilitadores para la protección de los niños contra la explotación sexual en los viajes y el turismo». Theo Noten de ECPAT Netherlands hizo una presentación en nombre de ECPAT Internacional y El Código sobre los logros y desafíos en relación con la prevención y la lucha contra la explotación sexual de los niños en los viajes y el turismo.

Junta General de Accionistas de El Código de 2013

El Código celebró su Junta General de Accionistas el 5 de marzo en Berlín. Ocho miembros de grupos de ECPAT y ECPAT International participaron en la reunión, que fue una excelente oportunidad para poner en relieve los progresos realizados por El Código durante su primer año de funcionamiento en su oficina de Bangkok. El nuevo plan estratégico también fue bien recibido. La saliente miembro del consejo de El Código,  Astrid Winkler (ECPAT Austria), fue sustituído por Theo Noten (ECPAT Netherlands).

Suiza A4A Informe de Seguimiento: Situación de la Acción contra la Explotación Sexual Comercial de los Niños

Suiza es parte de varios tratados internacionales que protegen a los niños de la explotación sexual comercial. Sin embargo, hay algunas diferencias en cuanto a la armonización de las leyes nacionales suizas con esos estándares, incluyendo el hecho de que la prostitución de jóvenes de entre 16 y 18 años de edad no está prohibido. Además, no existe una política nacional de lucha contra la explotación sexual de los niños y el nivel de protección que ofrecen a los niños suizos varía de un cantón (región) a otro. Sin embargo, el gobierno suizo ha participado activamente en el desarrollo de iniciativas nacionales y regionales destinadas a prevenir y combatir la explotación de los niños en los viajes y el turismo, en colaboración con el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil, incluyendo ECPAT Suiza.

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ECPAT Diario N º 6: Gestión de disuasión para proteger a los niños contra la explotación sexual

ECPAT Diario N ° 6 está dedicado a la responsabilidad fundamental que tienen los titulares de deberes para garantizar la protección de los niños frente a los que pueden tener objetivos maliciosos cuando viajan o buscan empleo. El primer artículo analiza la experiencia de ECPAT Internacional en la ejecución de su proyecto Organizaciones del Niño Seguro con los miembros del grupo ECPAT y más de 300 de sus compañeros. El segundo artículo de esta revista es sobre las iniciativas de diferentes partes del mundo en donde se puede detener a los explotadores sexuales de los niños mediante la aplicación selectiva de las principales estrategias de manejo de delincuentes.

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Y sí, algo de eso hay. Pero lo más terrible del intercambio sexual entre un adulto y un menor de edad es que en muchas partes del Perú no ocurre en calabozos ni en prostíbulos. Tampoco son viles proxenetas los que lucran con ellos. Ni siquiera son mal vistos los que deciden gastar su plata acostándose con una chibolita de 14 años porque está menos recorrida. En muchas zonas de nuestro país, Lima incluida, hace años que vemos a adolescentes paseándose por las calles ofreciendo servicios sexuales a vista y paciencia de policías y ciudadanos.

Así lo confirma un estudio de los antropólogos Jaris Mujica y Robin Cavagnoud sobre la explotación sexual de menores en el puerto de Pucallpa (revista «Anthropologica», año XXIX, Nº29, diciembre del 2011, pp.91-110). De acuerdo con los espeluznantes datos que ofrecen los científicos sociales, en la capital de Ucayali es absolutamente conocido y aceptado que jovencitas entre los 12 y 17 años (a veces incluso menores) que trabajan en bares, restaurantes o en la venta ambulatoria de alimentos ofrezcan, casi como un complemento adicional a su actividad, sus servicios de «compañía» a los lugareños o turistas. Con testimonios de trabajadores madereros o portuarios, de las mismas niñas o de sus madrinas, Mujica y Cavagnoud demuestran que lo que debiera ser un delito sancionado y repudiado se está convirtiendo en una actividad económica familiar que sirve más para fidelizar clientes que para ganar dinero.

Así una niña que vende queques, que limpia la mesa en el restaurante o que atiende el bar se ofrece a los parroquianos por cinco o diez soles con el fin de asegurar su consumo. En promedio suelen tener dos atenciones diarias y lo que ganan se lo entregan a la dueña del negocio que normalmente es una tía, una madrina a la que ayudan o su propia madre. ¿Lo hacen en secreto o a escondidas? No. ¿Las autoridades lo saben? Todo el mundo lo sabe. ¿Alguien se escandaliza? Aparentemente no, todos están acostumbrados.

Sin ningún ánimo de minimizar los hechos, en este contexto es casi normal que lleguen al Congreso personajes como los fujimoristas Néstor Valqui, que ocultó una condena de dos años por proxenetismo, o Víctor Grández Saldaña, vinculado-según reciente investigación periodística-a un hostal en Iquitos, donde se habría ultrajado a menores de edad. Tampoco resulta sorprendente que en Huánuco, donde el 30% de los reos está preso por violación de menores, haya jueces capaces de liberar a estos sujetos porque un médico fiscal les hizo una prueba de virilidad (o sea, le manipuló los genitales) y, como no se les paró, los declaró impotentes. Y de paso inocentes.

Podríamos seguir con los ejemplos espeluznantes, pero sobran. Basta ver la cantidad de embarazos adolescentes, las denuncias por agresión sexual, las noticias que consumimos todos los días de niños abusados por sus tíos, padres, abuelos, vecinos, maestros para saber que hace rato estamos ante un problema de enormes proporciones que a nadie le importa. O, lo que es peor, al que nos estamos acostumbrando.