Como parte de las actividades del Movimiento Vuela Libre, el jueves 28 de mayo se llevó a cabo el Seminario de Prevención de ESNNA en el turismo y los viajes con la finalidad de informar y sensibilizar a los estudiantes de turismo de las universidades de San Ignacio de Loyola, San Martín de Porres, Mayor de San Marcos, Antonio Ruiz de Montoya, Federico Villarreal (estos tres últimos representantes del Club de Turismo Responsable), Inca Garcilaso de la Vega, Privada del Norte, Le Cordon Bleu, Ricardo Palma, Peruana de las Américas, Científica del Sur, Enrique Guzmán y Valle, César Vallejo y Alas Peruanas.

La inauguración estuvo a cargo del subdirector de CHS Alternativo, Luis Enrique Aguilar, quien agradeció a PROMPERÚ por permitir utilizar sus instalaciones, y a los cooperantes ICCO Cooperación y Pan para el Mundo (Brot für die Welt), por el apoyo en la realización del Seminario.  

La actividad continúo con la puesta en escena de la obra Bacán con pies de barro, gracias a CESVI y TeatroVivo en el marco del proyecto “Una RUA: Concertación de una Ruta Única contra la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes”. La obra retrata a cuatro hombres que luego de un partido de fútbol se sientan a conversar y Julio César, uno de los personajes, se jacta de su última hazaña: salir con una menor de edad a cambio de alimentos y dinero. Sus amigos lo celebran, salvo Ángel, que intenta que el grupo vea que están ante un caso de explotación sexual de menores de edad.

Siguiendo con el programa, Escarlet Rodríguez, representante de CHS Alternativo, explicó el marco conceptual de la ESNNA, brindando conceptos y señalando las diferencias entre abuso sexual, trata de personas y explotación sexual de menores de edad. Además, enumeró las falsas creencias o mitos que se generan en torno a esta problemática y las situaciones que pueden favorecer que niñas, niños y adolescentes sean explotados sexualmente.

La parte legal estuvo a cargo de Manuel Burga, representante de la Asociación Peruana de Derecho Turístico – APEDETUR, quien detalló sobre los aspectos normativos alrededor de la ESNNA. De igual manera, explicó los artículos relacionados a trata de personas, explotación sexual infantil y adolescente en ámbito del turismo, delitos contra la libertad, favorecimiento a la prostitución, usuario – cliente, rufianismo, proxenetismo, publicación en los medios de comunicación sobre delitos de libertad sexual a menores, exhibiciones y publicaciones obscenas, pornografía infantil y la Ley General de Turismo. 

El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo – MINCETUR, a través de José Soto de la Dirección Nacional de Turismo manifestó los logros que se encuentran realizando para luchar contra esta problemática a través de la sensibilización en talleres de capacitación y suscripción del código de conducta nacional. Asimismo, manifestó la elaboración de materiales informativos sobre el turismo responsable para prestadores de servicios turísticos y módulos de formación dirigida a docentes y estudiantes de turismo. 

Finalmente, Ingrid Ampuero, representante de CHS Alternativo, expuso sobre las buenas prácticas contra la ESNNA en favor de un Turismo Responsable y mostró las actividades articuladas que se vienen realizando a través Movimiento Vuela Libre. Finalmente, habló sobre The Code, única certificación internacional de responsabilidad social empresarial en el tema de prevención de la explotación sexual de menores de edad y tiene a CHS Alternativo como único representante a nivel nacional en el proceso de certificación. 

Fuente: CHS Alternativo

Y sí, algo de eso hay. Pero lo más terrible del intercambio sexual entre un adulto y un menor de edad es que en muchas partes del Perú no ocurre en calabozos ni en prostíbulos. Tampoco son viles proxenetas los que lucran con ellos. Ni siquiera son mal vistos los que deciden gastar su plata acostándose con una chibolita de 14 años porque está menos recorrida. En muchas zonas de nuestro país, Lima incluida, hace años que vemos a adolescentes paseándose por las calles ofreciendo servicios sexuales a vista y paciencia de policías y ciudadanos.

Así lo confirma un estudio de los antropólogos Jaris Mujica y Robin Cavagnoud sobre la explotación sexual de menores en el puerto de Pucallpa (revista «Anthropologica», año XXIX, Nº29, diciembre del 2011, pp.91-110). De acuerdo con los espeluznantes datos que ofrecen los científicos sociales, en la capital de Ucayali es absolutamente conocido y aceptado que jovencitas entre los 12 y 17 años (a veces incluso menores) que trabajan en bares, restaurantes o en la venta ambulatoria de alimentos ofrezcan, casi como un complemento adicional a su actividad, sus servicios de «compañía» a los lugareños o turistas. Con testimonios de trabajadores madereros o portuarios, de las mismas niñas o de sus madrinas, Mujica y Cavagnoud demuestran que lo que debiera ser un delito sancionado y repudiado se está convirtiendo en una actividad económica familiar que sirve más para fidelizar clientes que para ganar dinero.

Así una niña que vende queques, que limpia la mesa en el restaurante o que atiende el bar se ofrece a los parroquianos por cinco o diez soles con el fin de asegurar su consumo. En promedio suelen tener dos atenciones diarias y lo que ganan se lo entregan a la dueña del negocio que normalmente es una tía, una madrina a la que ayudan o su propia madre. ¿Lo hacen en secreto o a escondidas? No. ¿Las autoridades lo saben? Todo el mundo lo sabe. ¿Alguien se escandaliza? Aparentemente no, todos están acostumbrados.

Sin ningún ánimo de minimizar los hechos, en este contexto es casi normal que lleguen al Congreso personajes como los fujimoristas Néstor Valqui, que ocultó una condena de dos años por proxenetismo, o Víctor Grández Saldaña, vinculado-según reciente investigación periodística-a un hostal en Iquitos, donde se habría ultrajado a menores de edad. Tampoco resulta sorprendente que en Huánuco, donde el 30% de los reos está preso por violación de menores, haya jueces capaces de liberar a estos sujetos porque un médico fiscal les hizo una prueba de virilidad (o sea, le manipuló los genitales) y, como no se les paró, los declaró impotentes. Y de paso inocentes.

Podríamos seguir con los ejemplos espeluznantes, pero sobran. Basta ver la cantidad de embarazos adolescentes, las denuncias por agresión sexual, las noticias que consumimos todos los días de niños abusados por sus tíos, padres, abuelos, vecinos, maestros para saber que hace rato estamos ante un problema de enormes proporciones que a nadie le importa. O, lo que es peor, al que nos estamos acostumbrando.